miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿yoga y catolicismo pueden ir juntos?


En estos tiempos en que nos toca atravesar tanto stress, junto a que el ritmo de vida que llevamos nos condiciona a una vida muy sedentaria, las personas buscamos una manera de mejorar la calidad de vida, de ejercitarnos y de calmar los nervios y la ansiedad; pero a la hora de hacerlo nos topamos con varias dificultades:

1) Encontrar un ejercicio que podamos realizar sin poner en riesgo la salud, ya que si pasamos toda la semana sentados en un escritorio no podemos pretender salir a correr o encarar una actividad muy exigida sin consecuencias desagradables.
2) Las amas de casa de hoy se ven sobrecargadas y necesitan una actividad que les de la posibilidad de recuperar energías para continuar sosteniendo a su familia en lugar de actividades que desgasten todavía más la capacidad de resistencia del organismo.
3) Una de las mejores formas de hacer ejercicio “amigable” con nuestro cuerpo es salir a caminar, ya que nos posibilita ejercitarnos al mismo tiempo que bajamos los niveles de ansiedad; ya que con un ritmo de marcha tranquilo y sostenido nuestro organismo encuentra el estado de calma casi automáticamente, con el agregado beneficio cardiovascular de la actividad….pero hoy en día nos encontramos con el problema de la inseguridad que nos corta también esta posibilidad.
4) Tenemos entonces el yoga, una de las mejores herramientas para ejercitarnos sin agredir nuestro cuerpo y que además nos da la posibilidad de encontrar una forma de cortar con la ansiedad y el nerviosismo general que nos toca vivir , que puede ser realizado a cualquier edad y por cualquier persona…pero aquí nos encontramos también con otro problema: la creencia generalizada y equivocada de que no existe manera de hacer yoga y por lo tanto, de beneficiarnos con sus efectos, sin entrar en un conflicto religioso con nuestra condición de “Católicos Apostólicos Romanos”

Es aquí donde me gustaría detenerme antes de hablar de los beneficios de la actividad a nivel orgánico.

1) Si bien el Hatha Yoga tiene sus orígenes en la vieja tradición hindú, es completamente innecesario ahondar o conocer siquiera alguna de las ideas proclamadas por ellos en cuanto a lo que a religión se refiere. Hoy en día, en occidente, miles de personas practican yoga y se benefician con la posibilidad de trabajar el cuerpo, de encontrar flexibilidad en la columna y articulaciones, mejorar la postura y contrarrestar los dolores y efectos secundarios de nuestro ritmo de vida profesando nuestra cristiandad.
2) Si bien es cierto que algunos profesores se dedican a hacer un yoga devocional o budista no es ese mi caso. Yo soy instructora de Yoga Contemporáneo, que es un tipo de yoga pensado por Andrés Percivale para el hombre occidental, en el que mezcla las técnicas físicas del Hatha yoga con otras de automasaje, reflexología, digitopuntura, Pilates, danza … sin posiciones invertidas que puedan perjudicar las cervicales maltrechas por nuestro estilo de vida y sin profesar, adherir ni detenerse en la religión budista o hinduista (son conocidos los retiros que él mismo realiza a menudo en el monasterio trapense de Azul o en el benedictino de Victoria) El objetivo es encontrar una mejor calidad de vida, una posibilidad de aquietar la mente y ejercitarnos para contrarrestar el stress actual y sus consecuencias sobre el organismo.
3) Ya hay numerosos estudios serios, que dieron lugar al llamado yoga científico en el que médicos de diferentes universidades estudiaron los efectos que cada ejercicio de la actividad tiene sobre el cuerpo, físicamente hablando, sin vinculaciones religiosas, mediante seguimientos, radiografías y otros estudios de la medicina alopática y que prueban los beneficios de la actividad para el organismo.
4) También es cierto que dentro de una clase hay distintos momentos en que se aplican técnicas específicas y propias del yoga:
• “Yoga del sonido”, en el que debemos valernos de la repetición de diferentes “mantras” para lograr el objetivo. Un mantra es una estructura de sonido que encierra en sus vibraciones un determinado poder, un efecto definido y predecible sobre el cuerpo y la psiquis del hombre, que nos permite llevar la mente hacia la concentración en lo supremo liberando la energía espiritual y logrando la conexión con Dios. A esta altura, creo que no es necesario aclarar que no existe mejor mantra para nosotros, católicos, que el Padre Nuestro o el Santo Rosario.
• Si nos detenemos en lo relativo a la relajación: es una forma de aprender a prestar atención al cuerpo para escucharlo y para aflojar sus tensiones conscientemente.
• Meditar es sólo sentarse en calma a contemplar nuestros pensamientos sin juzgarlos ni luchar contra ellos, un instante para detenerse y observarnos cómo estamos en nuestro interior.
• Pranayama: Se compone de ejercicios de control de la respiración buscando beneficios relajantes, hormonales, etc. que encuentran justificiación científica en los estudios de los que hable anteriormente.

5) Vivimos tiempos de violencia e intolerancia; el yoga proclama el amor y el respeto por nuestros padres, maestros y toda forma de vida, la no violencia, la prohibición de robar y mentir, el cuidado de la higiene personal y de nuestro entorno, la acción desinteresada de obrar sin pensar en el fruto…la misma palabra yoga significa “unión”....

Tras este articulo no creo que se opongan en ningun aspecto.....no creo en realidad que yoga se oponga con nada....si todo lo que hacemos lo hacemos pensando en el respeto,bienestar y amor por los que nos rodean no creo que yoga, reiki, reflexologia o cualquier terapia alternativa se oponga a ninguna forma de pensar ni de vivir.

Hasta la próxima

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